La rutina higiénica también pasa por ¡¡cepillar la lengua!!

La lengua es la parte que más bacterias contiene. Su cepillado elimina el mal aliento que ocasionan estas bacterias y, además, evita que aparezcan caries.

Las bacterias quieren nuestra boca, pero nosotros no las queremos a ellas. ¡Cepíllate la lengua en cada cepillado, y vence la lucha! Tendrás, además, mejor sentido del gusto.

Las posibles náuseas irán desapareciendo al implantar la rutina diaria.

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