El piercing es la práctica de perforar partes del cuerpo humano para insertar pendientes, aretes u otras piezas de joyería. Su nacimiento se ubica en diferentes culturas del mundo, como en los esquimales o las tribus mursi y masái. En nuestro día a día, son millones las personas que cuentan con piercing en su cuerpo; sin embargo, hay algunos más peligrosos para nuestra salud que otros.

El caso de los piercing en la boca abre un inmenso debate. A muchos les encantan por estética, pero no tienen en cuenta los problemas que pueden acarrearles. Los piercing más comunes en la boca son el de la lengua, el de las mejillas, el del frenillo inferior, el del smiley -o frenillo superior- y los que se colocan en los labios.

Uno de los problemas más básicos lo encontramos en el momento de hacer la perforación: si en la zona hay determinados vasos sanguíneos o nervios podrían producirse graves problemas. Por otro lado, una vez puesto el piercing, se pueden producir problemas como maloclusiones dentales, traumatismos en los dientes, infecciones e, incluso, pérdida de dientes.

Como odontólogos, no podemos recomendar los piercing en las zonas bucales, ya que pueden conllevar problemas muy serios para tu salud. No obstante, es decisión de cada uno; por lo que, si decides realizarte una perforación, siempre es mejor que consultes con tu dentista de confianza y le cuentes tus planes. ¡Será quien mejor pueda asesorarte!

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