El herpes que comúnmente conocemos es un tipo de infección causada por el virus del herpes simple. Lo que ocasiona en nuestra boca es un conjunto de llagas o calenturas, que se pueden ubicar en el interior o en el exterior de la boca.
Su contagio se produce por contacto directo; es decir, cuando las llagas o calenturas del herpes de una persona entran en contacto con otra. Es bastante habitual en los niños y, con el paso de los años, se va volviendo menos frecuente, aunque también podemos encontrarlo en adultos.
Si detectas que puedes estar contagiado, lo más indicado es que acudas al farmacéutico o al médico. Los daños se suelen alargar durante una semana aproximadamente.