Si has notado que tus encías sangran con o sin el cepillado de dientes, es momento de ponerle solución. Aunque parezca un problema común, no hay que dejarlo pasar ya que puede ser causa y efecto de problemas más graves. Ante esto, es esencial que el primer paso sea acudir a tu dentista de confianza: solo él podrá asegurarte al cien por cien qué solución es la más adecuada para ti.
Después de la visita, puedes llevar a cabo alguno de estos consejos que te dejamos a continuación:
- Cepíllate los dientes con frecuencia. Pese a lo que muchos piensan, cepillarse los dientes cuando las encías sangran es imprescindible. Limpiarlos tres veces al día te permitirá ir eliminando la acumulación de placa bacteriana. Hazlo con movimientos circulares o elípticos y con suavidad.
- Escoge una pasta con flúor. Existen pastas dentales creadas para ayudar a combatir el sagrado de encías. Hazte con una de ellas para completar tu limpieza.
- Usa seda dental. El hilo dental permite eliminar la placa que se ubica entre los dientes y otros sitios de difícil acceso para el cepillo. Recuerda que debes usarlo siempre con cuidado y delicadeza para no dañar las encías.