Las radiografías dentales son un tipo de prueba que utiliza radiaciones ionizantes que atraviesan los tejidos del cuerpo humano para dejar una imagen en una película radiográfica. De esta manera, se pueden observar tejidos duros como los dientes o el hueso maxilar y servir de gran ayuda para diagnósticos.
Existen varios tipos de radiografías dentales, que pueden clasificarse en dos grandes grupos: las radiografías intraorales -desde adentro de la boca- y las extraorales -desde afuera de la boca-. En cada uno de ellos, existen distintos tipos de radiografías:
- Ortopantomografía (extraoral). Es la más común ya que permite ver toda la boca, dientes y maxilares en una toma. Su resulta es en 2D, por lo que puede no verse bien la anchura de algunos elementos.
- TAC Dental (extraoral). Toma cientos de imágenes desde diferentes ángulos y se realizan en 3D. Permite estudiar la boca con gran detalle.
- Cefalometría, telerradiografía o lateral del cráneo (extraoral). Permite conocer el estado de los huesos del cráneo y de la cabeza en general: también de la boca. No obstante, no es muy utilizada en Odontonlogía.
- Periapical (intraoral). Pequeña radiografía dental que permite ver un diente desde el final de su raíz hasta su corona completa. Ayuda a valorar problemas de dientes concretos.
- Interproximal o aleta de mordida (intraoral). Sirve únicamente para observar la corona de un diente. Se usan sobre todo en casos de caries interproximal.
- Oclusales (intraoral). No se utiliza demasiado, pero puede servir para valorar el estado de dientes que todavía no han aparecido en la boca y no están a la vista.